Protección de la infancia
Las medidas de protección de la infancia son el último recurso. Eso significa que, antes de acudir a los servicios de protección de la infancia, se presta ayuda al niño y a la familia, por ejemplo, en el colegio o en un centro de salud maternoinfantil.
El contacto con los servicios de protección de la infancia empieza con una notificación relativa a protección de la infancia. Una familia puede pedir ayuda por sí misma a los servicios de protección de la infancia. También puede hacer una notificación relativa a protección de la infancia cualquiera que esté preocupado por el bienestar de una familia. Por ejemplo, el profesor de un niño puede ponerse en contacto con los servicios de protección de la infancia.
A veces, los progenitores no pueden garantizar el bienestar de un niño. Entonces la sociedad debe intervenir en la situación de la familia. Lo más importante en la protección de la infancia es el interés del niño.
La protección de la infancia ayuda a familias en situaciones problemáticas
Se puede solicitar ayuda a los servicios de protección de la infancia, por ejemplo, si los progenitores se ven superados o si la familia sufre un cambio difícil en su situación vital. Los servicios de protección de la infancia también ayudan a las familias, por ejemplo, si un niño o un adolescente consume drogas o comete delitos.
Los servicios de protección de la infancia tienen diversos medios para ayudar a las familias. Antes que nada se favorece la atención abierta, es decir, que el niño siga viviendo junto a su familia. Un trabajador social puede organizar, por ejemplo, una ayuda domiciliaria o una persona de apoyo para la familia.
Si en la familia existe violencia o se produce consumo de drogas, el trabajador social de protección de la infancia intervendrá en la situación. Si el niño no está seguro en casa o si la situación con él es muy difícil, es posible decidir tomarlo en acogida o asumir su custodia. No obstante, de forma prioritaria se intenta ayudar de modo que el niño se quede en su casa.
Los servicios de protección de la infancia se basan en la ley
La protección de la infancia se basa en la ley de protección de la infancia y en acuerdos internacionales. La ley de protección de la infancia atañe a todos los niños que viven en Finlandia. No importan ni su nacionalidad, ni su religión ni su cultura.